En el mundo del techno, al igual que en el mundo real, hay también clases y categorías. Y Laurent Garnier es, como se diría en el argot aeronáutico, un auténtico "first class". Es decir, un artista de primera. De hecho, está considerado de forma unánime como uno de "los tres technores" (los otros dos serían, lógicamente Jeff Mills y Carl Cox), y goza de una popularidad inmensa entre todos los technoheads, que han sabido valorar su fecunda inspiración como productor y su probada maestría como disc-jockey.
Nacido en Boulogne sur Seine en 1966, Laurent Garnier fue criado en el amor por la música de baile. Siendo todavía un niño, en cierta ocasión tuvo que sustituir al dj que se encargaba de poner la música en el restaurante que poseía su familia. Allí empezó todo. A partir de entonces, comenzaría a coleccionar discos ávidamente, sintiendo una especial predilección por la música negra, funk y disco music fundamentalmente. Barry White, los O´Jays, Chic, James Brown o Earth Wind & Fire se convertirían en sus grandes ídolos. La tradición familiar le llevó a dedicarse a labores relacionadas con la hostelería, y siendo todavía muy joven entraría al servicio del embajador francés en Londres como "garçon de chambre". Pero el poder de atracción de la música era para él mucho mayor, y pronto entraría a trabajar como barman en el Dry Bar de Tony Wilson, capo del prestigioso sello discográfico Factory Records y copropietario, junto a los miembros del grupo New Order, del mítico club Haçienda de Manchester. Allí vio por primera vez en acción a disc-jockeys como Mike Pickering, Derrick May o Marshall Jefferson, quedando absolutamente fascinado. No tardó en atreverse a realizar sus propios pinitos como dj, pinchando una mezcla de house, go-go, hip hop y electro, que entusiasmaría a los miembros de Stone Roses y Happy Mondays, asiduos del local.
Corría el año 1987, y poco después Laurent Garnier volvería a París, para intentar trasladar el espíritu del house a la escena musical de la capital francesa. Primero recaló en el Palace y más tarde instauraría las legendarias noches Wake Up en el club Rex. Sin ninguna duda, eso significaría el inicio del denominado french touch y de todo el techno y la dance music franceses, que en la actualidad ha alcanzado una trascendencia enorme en el contexto internacional. Laurent Garnier es, por tanto, el auténtico pionero de un movimiento que no ha hecho más que crecer en los últimos años. En 1990, utilizando el nombre de French Connection, publicó su primer maxi, "Who Cares", con el sello Eastern. Y al año siguiente, fue el primer fichaje del sello FNAC Music, la división dance de la famosa cadena de tiendas francesa. Allí publicó diversos maxis ("Acid Eiffel", "A bout de souffle", "Planet House", "Wake Up", "Stronger by design"), que hoy en día son considerados míticos (se pagan cantidades astronómicas por ellos), y que más tarde fueron recopilados en álbumes como "Raw Works" (edición americana) o "Early Works" (editado en Europa por Arcade). En todos esos temas, se puede apreciar claramente la gran influencia que los sonidos clásicos de Chicago y Detroit, house y techno en definitiva, han ejercido sobre la música de Garnier. Es también en esa época cuando comienza a realizar colaboraciones con otros productores electrónicos como Shazz (bajo el nombre de Choice), St Germain, Scan X, Pascal FEOS (con el nombre de Dune), System 7, Dr. Motte (creador del Love Parade) o el salvaje Lenny Dee. Pero en 1993 desaparece FNAC Music, y Laurent Garnier monta, junto a su amigo Eric Morand, su propio sello discográfico, F Communications, que a partir de entonces se iba a convertir en referencia clave del techno y la electrónica europea, ya que ha sido el hogar donde se han establecido figuras de la talla de St Germain, Jori Hulkkonen, Scan X, Mr Oizo, Frédéric Galliano, Llorca, Aqua Bassino, A Reminiscent Drive, Iberian (el español Alex Martín) o Readymade, entre otros muchos.
En 1994 Laurent Garnier publicó su primer álbum, "Shot In The Dark", una auténtica joya del mejor y más inspirado techno. Un auténtico disparo en la oscuridad, por el impacto que representó en la escena europea y por los tonos oscuros y tenebrosos que presidían muchos de sus temas. Tres años más tarde, llegaría su segundo trabajo de larga duración, "30", con el que celebraba la madurez de sus 30 años, y en el que experimentaba con un eclecticismo absoluto, que iba de las texturas ambient a un cierto techno crepuscular, pasando por el trip hop, el house más funky o los ecos del dub y el jazz. Un disco exploratorio, que tuvo su justa y coherente continuación en "Unreasonable Behaviour", su tercer álbum, publicado en 2000, que constituía una nueva obra maestra realizada a base electro-jazz, house oscuro y techno evocador. El sorprendente álbum explora diferentes sonidos distintos de los que Garnier estaba acostumbrado. Los sonidos del jazz en "City Sphere" y en el excelente "The Man With The Red Face", sin lugar a dudas de lo mejor de un larga duración que no deja de ser un resultado directo de la experiencia de Garnier en vivo En 2003 su nombre vuelve a saltar a un primer plano con la publicación de sus cinco sets favoritos de la última década en un triple recopilatorio llamado 'Excess Lugagge'. Un quíntuple CD en el que se incluyen “Old school at Sonar Festival”, “‘Techno soul in Detroit City” y “Emotion with the PBB Mix”. Los otros dos mixes escogidos por el francés -en la BBC y en el club parisino Rex- se publicaron en la tienda online de F Com.
A principios del 2005 llegaría el esperado nuevo álbum de Garnier, "The Cloud Making Machine", un LP más personal y menos bailable que los anteriores, pero, por supuesto, con la misma calidad a la que nos tiene acostumbrados. Después lanzaría los esperados remixes en una colección de dos entregas con el título, " The Cloud Making Machine Reworks " con remezclas a cargo de artistas tan dispares como DJ Marky , Christian Smith & John Selway , Slam o los Troublemakers, en la primera entrega, y Carl Craig y Alex Attias, en la segunda.
Pero, además de su trayectoria discográfica, no hay que olvidar que Garnier es un animal de cabina y de escenario, y que, paralelamente, ha desarrollado una impresionante labor como artista de directo (acompañado por teclados, violín o percusiones) y, sobre todo, como disc-jockey, estando considerado unánimemente como uno de los mejores del mundo, como así lo atestiguan los numerosos premios recibidos a su labor en este terreno. Como deejay, Laurent Garnier es realmente camaleónico, capaz de enlazar un tema clásico con la última novedad sin mover una ceja, capaz de pasar del electro al house, o del techno al drum´n´bass sin que apenas se note. Y consigue como nadie que cada uno de sus sets se transforme en una auténtica montaña rusa, en la que lleva al espectador hacia arriba o hacia abajo con una facilidad pasmosa. Su actividad como dj ha quedado plasmada, además, en diversos CD-mix, entre los que destaca el genial "Laboratoire Mix", en el que mezcla pasado, presente y futuro, y en el que sobresale, entre magníficos temas de Green Velvet, Juan Atkins o Stacey Pullen, su propio tema "The Force", épico y oscuro, una de las grandes cumbres del techno a lo largo de toda su historia. Laurent Garnier es, sin duda, uno de los grandes protagonistas de es historia. Respect!.