Horizonte
Se tragó el horizonte los reflejos
De un paisaje que nunca viví.
El aire se puebla de bostezos
Envueltos por acento vil.
Se tragó el horizonte la figura
Y la forma de un destino disipado.
Dibujado está ahora a la altura
De las nubes un sendero solitario.
Punto eterno oculto en la mirada,
Parece callar por poco sus palabras.
Sabe el horizonte las respuestas.
Sabe el enigma de las brisas y las calmas.
Por eso ríe el horizonte ante el destino,
Que perdido está en la niebla para siempre.
Por eso ríe desde el sitio inalcanzable,
Con su tono de ironía incomparable.
Él se llevó los reflejos.
Del paisaje que nunca viví.
Su sombra se pierde en la tarde.
Su risa aún persiste aquí.
Foto de Ulvi Magerramov.