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Funky
Prince
Gett Off


 

Este es uno de mis preferidos cantantes que más me gusta por su calidad en casi todos los temas que ha realizado y también por su maravillosa voz que tiene todos los registros posibles.

 

Un apartado a parte es su gran versatilidad con la guitarra, es un fenómeno con ella y en directos en que he tenido la suerte de verlo se ha lucido espectacularmente.

 

Grandes temas que a mi me han ayudado como Dj. a llenar todas pistas de baile sin ningún problema, algo que le tengo muy agradecido por siempre.

 

 

Ha sido llamado “Su Real Maldad” y “Su Púrpura Alteza” y por muchos años fue llamado por un símbolo que no tenía pronunciación alguna y que obligó al periodismo especializado a identificarlo como el “Artista anteriormente conocido como Prince”. Hombre misterioso, autoproclamado defensor mesiánico, símbolo sexual, artista ostentoso, Prince llegó a estar en la cima del mundo musical e inclusive complicándole las ventas a Michael Jackson.

 

A pesar de ser impredecible y controversial, Prince es también un músico con grandes logos, productor y compositor y uno de los músicos más originales de los años 80.

Prince cayó en la escena musical a final de los años setenta y no tomó mucho tiempo antes de que tomara fuerza en el mundo musical con su música deslumbrante. Reescribió las reglas de la música al sintetizar el funk negro y el rock de los blancos.

 

Desde el principio Prince y su música fueron andrógenos, sensuales y provocativos. Su imagen colorida y su música revolucionaria lo han hecho una figura paradigmáica como Little RichardJames BrownJimi Hendrix y George Clinton. Aunque “ 1999”, “ Purple Rain” y “ Sign ‘O’ the Times” son los discos más conocidos del artista, su discografía es un tesoro del funk.

 

Para entender a Prince, uno debe apreciar toda la extensión de su obsesión musical. Siempre ha sido un sirviente complaciente de su musa. “No hay nadie en mi entorno que se pueda mantener despierto tanto tiempo como yo”, afirmó alguna vez. “La música es lo que mantiene despierto”. Debido a esa entrega obsesiva al trabajo es difícil determinar con certeza cuánto material ha producido para sí mismo y para otros artistas dentro de su órbita.

Se dice que hay cientos de temas dentro de la caja fuerte de Prince. Quizás la prueba sea el quíntuple CD de 1998: “Crystal Ball” o su predecesor el triple “Emancipation” de 1996. En tres años produjo diez discos completos, más de lo que muchos artistas logran producir en toda su vida. Prince, más que un artista es una fuerza de la naturaleza.

 

Hay que aceptar el hecho de que Prince es el típico excéntrico estadounidense que marcha de forma desafiante al ritmo de su propia música. Si tomamos en cuenta que en 1993 cambió su nombre a un símbolo impronunciable que combina los símbolos de los sexos, esa excentricidad es su forma de vida.

Prince es virtualmente una banda de una sola persona. Creó y desarrolló el llamado Sonido de Mineápolis a través del teclado, su voz chillona, las presentaciones cargadas de erotismo y el contenido expresamente sexual de sus letras.

Prince Rogers Nelson nació el 7 de junio de 1958 en Mineápolis, donde también fue criado. Fue llamado igual que la banda de su padre. Producto de un hogar desmembrado, encontró refugio en la música.

 

Cuando sus padres se divorciaron, su padre dejó el piano en la casa y a los siete años empezó a copiar los temas musicales de las series de televisión. En su adolescencia se escapó de la casa, se mudó donde un amigo y armó su propia banda, al tiempo que era autodidacta en el bajo, la guitarra y la batería.

Esta idea de escapar de la casa es propia de una generación, como la de él (Nació el 7 de junio de 1958), que necesitaban nuevos retos dado que todo parecía alcanzado.

A los 18 años ya había producido sus propios demos y a los 19 había logrado un muy buen contrato con Warner Brothers, que incluía total libertad para crear, varios álbumes y números en el orden de los millones de dólares.

En 1977 se convirtió en el productor más joven en la historia de la Warner. Por ende no sorprendió que su primer disco “For You” de 1978, estuviera por encima del presupuesto y tuviera 23 instrumentos interpretados todos por Prince.

 

El disco era un viaje por muchísimos ritmos musicales que iban de los acústico al rythm and blues, pasando por el rock. Si bien es cierto en lo musical la identidad estaba como materia pendiente, en lo lírico parecía estar claro en que era erótico.

Habiendo regresado a Mineápolis se dedicó a buscar viejos amigos que le ayudaran como su banda para sus presentaciones en vivo. Inicialmente sus presentaciones eran bastante simples, pero gradualmente se tornaron más explícitas y su vestuario (o la ausencia de él) se convirtió en su sello distintivo.

 

Su segundo dusco, Prince, logró colocar el sencillo “I Wanna Be Your Lover” y eso le abrió las puertas de la audiencia negra. Sin embargo, su deseo era convertirse en un referente del rock y el new wave, por eso en sus presentaciones se arrancaba la ropa hasta quedar en ropa interior.

 

Sus siguientes discos siguieron el mismo proceso que sus presentaciones, de manera que parecía ir quitándole a las letras lo poco de disimulado que les quedaba, hasta dejar su música en lo plenamente sexual. Su propósito era extender su audiencia.

Ese objetivo se cumplió en 1982 con el lanzamiento del doble álbum “ 1999”. Su música fue igualmente apreciada por hombres y mujeres, adolescentes, blancos y negros. El impacto de su música lo colocó en top 10 de MTV. Canciones como “Lttle Red Corvette”, más orientadas al pop, fueron las que lo catapultaron a la cima de las listas.

 

Aunque este disco también fue compuesto, arreglado y producido por Prince, fue el primero en que permitió que los miembros de su banda tocaran algunas partes. Aunque su éxito más importante estaba por llegar, su influencia ya se sentía en Mineápolis.

Algunas bandas de la ciudad estaban empezando a seguir sus pasos. Sin embargo, la más importante fue The Time, una agrupación para la que componía y arreglaba temas, además de ser su administrador en la sombra. Lo mismo sucedió con Vanity.

 

Su rol en estas bandas y en su propia carrera quedó retratado en “purple Rain”, una película basada en su propia vida que en 1984, junto con la banda sonora lanzaron Prince al nivel de las superestrellas. Su aura sensible, salvaje y sensual, sumada a su vestimenta sacada del renacimiento inglés, se convirtió en el furor de la adolescencia.

 

El disco vendió en cantidades astronómicas apenas se puso en las tiendas y de él se extrajeron los sencillos "When Doves Cry," "Let's Go Crazy," "Purple Rain," y "I Would Die 4 U”, que le valieron además de dos Grammys, el Óscar a la banda sonora.

Durante los siguientes 12 años Prince produjo discos en cantidades industriales, pero ninguno llegó a tener el éxito de “Purple Rain”. Si bien es cierto en 1986 el sencillo “Kiss” lo volvió a meter en las listas, ninguno de sus trabajos posteriores tuvo el impacto que logró en algún momento en la audiencia. A pesar de ello, sus presentaciones seguían siendo a estadio lleno. Pero gradualmente sus excentricidades lo fueron alejando de la audiencia estadounidense.

 

A lo largo de esa década pasó por distintas fases estilísticas que llegaron al lado psicodélico con “Around The World In A Day”, abrió su propio sello discográfico, filmó un par de películas, abrió su propio club, se dejó el pelo largo, se lo cortó y cambió su nombre a un símbolo.

 

A pesar de todo esto Prince seguía siento un misterio, hasta que sacó Emancipation en 1996, el disco que inauguraba una nueva etapa de su carrera luego de terminar su contrato con Warner Brothers. En 1998 sacó dos discos consecutivos " Crystal Ball” y “ New Power Soul”, en 1999 salió “Rave Un2 The Joy Fantastic” y en el 2001, luego de convertirse en Testigo de Jehová produjo un álbum religioso llamado “The Rainbow Children” en Internet.

 

Entonces, de forma sorprendente, tomando en cuenta lo dura de su separación de Warner Brothers, firmó un contrato de largo plazo con Columbia en 2004. Su primer disco fue Musicology que salió bajo su nombre original Prince. El disco se vendió por toneladas luego de que se incluyó dentro del precio de las entradas para sus conciertos. Tanto los críticos como sus seguidores consideran que este es el disco que lo volverá a poner en la palestra.

 

En 20 años Prince colocó 32 sencillos entre las cuarenta más calientes de Billboard. Desde el inicio de los ochenta, hasta mediados de los noventa, Prince parece haberse convertido en un lugar común en las listas. Hasta la fecha 18 de sus discos han sido certificados como oro o platino y cinco de ellos han vendido más de dos millones de copias cada uno. Solamente “Purple Rain” colocó más de 13 millones de unidades.

Como sentenció en 1989 la revista Rolling Stone, “Quizás más que cualquier otro artista, Prince marcó el ritmo de la música pop en los ochenta, grabando en toda una generación de músicos, blancos u negros, su sonido de Mineápolis.”

 



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